martes, 3 de enero de 2017

DÍAS DE 25H


Se paró el reloj a las 00:15.

Hacemos lo imposible,
porque nos encanta complicarnos la vida.

Cuando tú me dijiste:
"Vamos a crear una hora más esta noche"
De la nada.
Fabriquemos 60 minutos solo para nosotros.
Despegando del suelo.
Sin poder despegarnos.
Fundiéndonos la piel
sobre el segundero de este reloj.

Formando un lienzo inacabado,
una masa de arcilla,
que va tomando forma.
Sin completarnos.
Sin ser propiedad ajena. Sólo tú y yo.
Como dos copos de nieve.
Únicos.
Cayendo juntos en enero.
Derritiéndonos el uno sobre el otro.

Escuché por ahí,
que el amor vuelve a estar de moda.
Otra vez.




Fotografía de Andrés Palacios

Presencias ausentes


A Cris

El mundo onírico del papel y la tinta,
del objetivo,
como lente que separa
la realidad, de los sueños.
Obligándolos a estar juntos
y a caminar de la mano por estas paredes.
Porque...
de qué sirven las puertas
que nos empeñamos en construir,
cuando ya no separan cosas distintas.
Y respondemos,
con la excusa de poder cerrarlas,
para después,
tener que abrir todas las ventanas
buscando el aire que nos falta.

No sabemos dónde estamos,
y yo me pregunto
qué es lo que reflejan los espejos
cuando nadie los mira.
Porque siempre que intento averiguarlo
acabo por sorprenderme a mi misma,
con cara de idiota.

Estáis ante la poesía de la ruina.
El atractivo hermético de lo pintoresco.
Las ganas de comprender cada pasado
que nos han obligado a olvidar.

El batir de alas de una mariposa.
Un asesinato,
a cambio de un poco de polvo de hadas.
(29 de noviembre, 2016)


Subsuelo onírico

Fotografía de Cristina Indurria

Desobediencia por que sí


La desobediencia es el verdadero fundamento de la libertad.
Los obedientes deben ser esclavos.
H. D. Thoreau

Que no lo voy a hacer
que no me da la gana.
Que no me exijas ni me ordenes,
que apartes tus manazas de mi alma
y vuelvas por donde llegaste.

Puedes perseguirme,
porque ya he firmado toda una vida corriendo
Puedes atraparme,
que volveré a zafarme las veces que haga falta.

Ya no me creo eso de que valemos menos.
Ya no me creo tus normas, 
ni los sueños que me vendes.
¡Que no existen! ¡Que son mentira!
Llama a otra puerta con tu enciclopedias.
Yo ya he escrito las mías.

Y parece que ataca desde arriba,
pero es que está por todas partes
y también hace barricada
y está a tu lado en las trincheras.
Que la dejas pasar,
y va de explosivos hasta el cuello.
Sabe hablar muy bien,
y no sabes cómo come las bocas.
Y el problema es que nos gusta. 
Nos pone a cien y cuando te das cuenta,
estás hasta arriba de sistema.
Y va a apretar hasta que no respires si puede. 

Que no, que no lo voy a hacer,
que no quiero. 
Porque se esfumaron los cuentos
que narraban las abuelas.
Y salieron volando los pájaros
que me metieron en la cabeza,
espantados...
Al ver tantas casas vacías.
Al ver tantas urnas llenas.

Estoy segura de que el tabaco 
nunca ennegrecerá mis pulmones tanto
como lo está vuestro corazón
de humo y alquitrán.
Incluso los de los no fumadores.

Después de todo,
no estábamos tan equivocados de pequeños,
jugando a polis y cacos.
Aunque nos confundiéramos de bando. 

A Sístema, con amor.
(20 de Octubre, 2016)



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