lunes, 15 de febrero de 2016

Enronquecimiento, carraspera o afonía.

Afonía, lo llaman.
Te impide gritar, 
y alzar la voz con fuerza.

Afonía, lo llaman.
Pero se siente como una mano que aprieta contra tu cuello.
Como una mano que ahoga tu grito.
Como una plancha caliente que no te deja respirar.

Me dijeron que callara.
Me dijeron que dejara de hablar.
Afonía, lo llamaban.
Pero yo sabia que de otra cosa se tenia que tratar.
Que mi cuerpo no me castigaría de esa forma.

Pero las palabras no brotaban,
y las ideas, con ellas, se acallaban.
Las ganas se hacían tan pequeñas...
hasta desaparecer.

El silencio te está matando.
El silencio. Asesino disfrazado de conformidad.

Hasta que levantas la cabeza y susurras 'basta' con el último hilo de voz.


Me dijeron que se llamaba afonía.
Estaban equivocados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario