miércoles, 23 de marzo de 2016

Deja de lloriquear bajo tu paraguas


¿Cuántas mierdas has pisado con esas botas?
¿Cuántos adoquines has ahogado bajo sus suelas?
... Mientras buscabas un camino por el que andar.

¿Cuánto de esto te pertenece?
Y cuándo te vas a dar cuenta de que la respuesta es nada.

¿Por qué son ya las dos de la mañana?
Y yo me acabo de enterar
¿Cuándo ha pasado el tiempo?
Y tú ni lo has notado.

Quiero sentarme en este suelo
y abrazarme las rodillas,
y moverme,
Adelante,
y para atrás.
Adelante,
y para atrás.
Mientras intento llorar
para poder quejarme
de lo que me ha dado esta vida,
que no es ni media razón para quejarse.

Adelante
y para atrás.
Recordando todas las cosas que me han pasado
y que me han hecho ser quien soy
a base de hostias, que no son ni media hostia
comparadas con las que han sufrido los demás.

Problemas del primer mundo.
¡Qué fácil es lamentarse!
...desde este sofá y bajo este techo.

Crónica de fango y hielo metáfora


No hay comentarios:

Publicar un comentario